Hace ya varios años que a finales
de Febrero disfrutamos
de unos días de vacaciones en Fuerteventura. Durante
esos días nos dedicamos a fotografiar el paisaje la flora y la fauna de la Isla
además de disfrutar del resto de atractivos que nos ofrece esta tierra. A nuestra
vuelta siempre hemos preparado una entrada en el Blog contando nuestra
experiencia.
Este año también haremos algo parecido, pero queremos hacer a modo de prólogo una entrada específica sobre uno de los retos fotográficos que hasta ahora se
nos había resistido, y del que este año nos hemos resarcido con creces.
En la Isla hay cantidad de aves, de las cuales muchas de ellas son especies migradoras, de las que algunos individuos terminan por llegar hasta nuestra tierra que está a más de 1700 Kms al norte, pero obviamente las que más nos llaman la atención son las que solamente viven aquí, o resultan difíciles de ver en el norte de la península.
Estas especies son varias, pero por poner un par de ejemplos: la Tarabilla canaria endémica de la Isla, y La Avutarda Hubara son de las que más nos llaman la atención.
Tarabilla canaria
Avutarda Hubara
Esta entrada vamos pues a dedicársela a la Hubara que hasta ahora se nos había resistido, así que sin más comenzaremos a
mostraros lo que vimos y aprendimos de una de las especies más escasas de
nuestra fauna que se encuentra en serio peligro de extinción, y cuya
subespecie canaria tiene como nombre científico “Chlamydotis undulata fuertaventurae”.
Este año nos habíamos propuesto
observarlas, y la verdad es que por fin conseguimos verlas y fotografiarlas a
placer. Aunque más o menos sabíamos dónde buscarlas, la ayuda del amigo Javier
Parrilla nos facilitó muchísimo el trabajo de localización, y no tuvimos que
perder unos valiosísimos días de vacaciones buscando las zonas mejores.
Estas aves, con un tamaño entre
el Sisón y la Avutarda y con un aspecto físico intermedio entre las dos
especies, viven en el norte de África, y la subespecie que nos interesa solamente en las Islas orientales de Canarias es decir La
Graciosa, Lanzarote, Lobos y Fuerteventura, aunque lógicamente las mayores
poblaciones se encuentran en Lanzarote y Fuerteventura con unos 300 a 400
ejemplares por Isla según las últimas estadísticas. Dicen que hay también una población
residual en La Graciosa y serias dudas de que aún viva alguna en la isla de
Lobos.
Atardecer en las tierras de la Hubara con el océano al fondo
En Fuerteventura estas aves viven
en las zonas más áridas, habitando sus núcleos más importantes desde las dunas de Corralejo hasta La Antigua en el norte de la Isla, y en el sur en la zona de arenales próxima al istmo de Jandía, y parte de esta península.
Corralejo
Jandía
Todas las zonas donde vive la
Hubara son zonas que gozan con protección especial, así que debemos respetar
estrictamente las normas establecidas para molestar lo menos posible a estas
aves, no utilizar ningún camino restringido, y no salirnos de los caminos
marcados, de hecho y respetando estas normas, conseguimos ver bastantes ejemplares que nos
permitieron observarles a placer y fotografiarles largo tiempo, pues aquí como
puede verse la vegetación es escasa y los pequeños matojos apenas levantan del
suelo, además son mucho más confiadas que sus parientes las Avutardas peninsulares.
Fueron solo un par de mañanas, una al
principio y otra al final de las vacaciones, y una tarde de regreso al Hotel el tiempo que las dedicamos, y en el que disfrutamos observando a estas aves y tomándolas un
montón de fotos. Pudimos verlas alimentarse, y por los rápidos movimientos que hacían a veces, suponemos que de insectos, posiblemente saltamontes, aunque seguro que los escarabajos y caracolillos abundantes en la zona también formarían parte del menú junto con algunos brotes de plantas.
Buscando las Hubaras, localizamos también algún grupo
de Ganga ortega, y algún Corredor sahariano, aunque como el objetivo era la
Hubara, a estos últimos les dedicamos menos tiempo, y quedarán para el próximo
año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario