sábado, 27 de enero de 2018

Tiempo de nieves


Aunque cualquier momento en la Naturaleza tiene 
su encanto, no cabe duda que la nieve proporciona un plus especial a nuestros campos, sobre todo en la montaña, lo que nos permitirá disfrutar de ese entorno de una forma diferente a como lo hemos estado haciendo el resto del año. Claro está que esto es visto desde un punto de vista lúdico, seguramente los que sufren las consecuencias de la nieve durante semanas o incluso meses no pensarán igual.


En nuestro caso, cuando decidimos ir a pasar el día a la nieve, desde lejos vemos la cubierta blanca en los picos, y según nos vamos acercando, ésta se va haciendo poco a poco presente hasta llegar a cortarnos el paso.
  








Para los que nos gusta observar y fotografiar a los animales, estas salidas a la montaña después de que haya nevado son siempre especiales, la capa de nieve nos permitirá leer en el suelo quienes y aproximadamente cuantos son los habitantes del lugar en que nos encontramos, y si esa capa no es lo suficientemente grande como para mermarles las facultades es el momento de irles a buscar para tratar de conseguir esas fotografías especiales disfrutando del paisaje nevado.





Normalmente nos centraremos en buscarles en las zonas donde sabemos que se mueven,  aquí debemos poner en valor nuestro conocimiento sobre las costumbres y necesidades de nuestra fauna, y cuando nos movamos en ese entorno nevado, tendremos que intentar pasar más desapercibidos que nunca, y en ningún caso acosarles para no hacerles gastar unas energías  que les serán indispensables para sobrevivir en esta época del año. La responsabilidad y el saber estar de cada uno debe hacerse patente en estas circunstancias, pensemos ante todo que nosotros vamos a pasar unas horas de placer, pero la mayoría de los animales sufren las nevadas durante semanas y lo que para nosotros es un disfrute, seguramente para ellos es una lucha por la supervivencia que llegará al límite cuando la comida empiece a escasear.


Dejando al margen los animales que pasan este tiempo invernal en letargo, el resto de los animales que viven en nuestro entorno tanto mamíferos como aves están preparados para subsistir en esas condiciones siempre que la nieve no sobrepase ciertos límites, aunque el frío que la acompaña y esa dificultad añadida para encontrar comida se llevará por delante a muchos de ellos, entrando en juego la selección natural que en este caso repercutirá en beneficio de otras especies depredadoras y carroñeras que en otras épocas del año lo tienen más difícil para conseguir comida.




Algunos animales como los Rebecos, están preparados para moverse más fácilmente que otros por la nieve y adaptan su alimentación a lo que puedan encontrar en los pocos espacios que quedan al descubierto en zonas en que por su verticalidad la capa de nieve es menor, o en lo más espeso de las zonas boscosas donde árboles y maleza hacen las veces de techo.





Cuando se trata de buscar alimento, los animales omnívoros como los Jabalíes lo tienen ligeramente más fácil y mientras el espesor de la capa no les inmovilice seguirán con sus desplazamientos buscando cualquier cosa comestible sea vegetal o animal.



El rastro de los Jabalíes en la nieve es de los más fáciles de identificar, sobre todo cuando se desplazan en grupo, ya que suelen hacerlo en fila dejando un rastro característico.


Algunos pequeños depredadores como los Zorros y Gatos monteses que viven en la montaña lo tienen más difícil en esta época, pues se encontrarán con que sus presas habituales, los roedores, permanecen ocultos en las madrigueras viviendo de lo que han almacenado en sus despensas durante el Otoño, o se desplazan por debajo de la capa de nieve dificultando su localización, lo que les obligará a ampliar sus horas de campeo en busca de algún despistado o curioso que se asome "a ver el paisaje".



Nuestra "debilidad" en esta época del año son los Gatos, y a ellos dedicamos la mayor parte de nuestras salidas. Este año teníamos localizados varios ejemplares que nos han hecho pasar buenos ratos. A los pobres les toca ahora "tirar" de las reservas de grasa almacenada cuando aún hacía buen tiempo, gracias en su mayor parte a los topillos capturados desde finales de verano, y ojala que esas reservas les permitan ir haciendo frente al invierno sin problema.





Para ellos el invierno y la nieve es casi siempre sinónimo de hambre, y ya a estas alturas se puede apreciar, como esas reservas de las que hablamos se van consumiendo "haciéndoles lucir" una figura cada vez más esbelta.





En fin, unos días para aprovechar pero con mucho sentido común, disfrutando de unos paisajes diferentes y buscando unas fotos también diferentes.  Posiblemente todos andaremos mermados en nuestras facultades, pero hay que tener en cuenta que ellos estarán mucho peor que nosotros, por lo que hay que anteponer siempre su tranquilidad a conseguir unas determinadas fotos por muchas ganas que tengamos de ellas, si tenemos paciencia y un poquito de suerte, seguro que al final las conseguiremos.





Esto ha sido todo por ahora, ya que la nieve nos ofrecerá nuevas posibilidades si disponemos de un hide para fotografiar a nuestros visitantes habituales con un "decorado" diferente, pero eso lo dejaremos para otra entrada al blog. Espero que ésta os haya gustado así que sin más, hasta la próxima.  

2 comentarios:

  1. Precioso reportaje Victor, que gozada poder contemplar todas esas especies.
    Saludos

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    1. Gracias. La verdad es que mientras la capa de nieve no les afecte es una gozada verles en ese ambiente

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