viernes, 6 de febrero de 2015

CAMPESTRES Y LAGUNEROS


Ya comentábamos en la entrada anterior que esto de
conseguir comida es muy duro para algunos animales, sobre todo para los carnívoros como por ejemplo las aves rapaces, ya que el menú lo compone siempre otro animal al que normalmente tendrán que capturar.

A pesar de lo dura que puede resultar la escena ¿Que fotógrafo no desea ver y si es posible plasmar la captura de una presa por una rapaz? En nuestro caso uno de los protagonistas fue un Aguilucho lagunero como comensal y una hembra de Ánade real como menú.


Ese fue el “postre” de una mañana que pasamos esta semana afotando por los alrededores de las Lagunas de Villafáfila, y cronológicamente ésta es la historia:

Huyendo de la nieve habíamos bajado con la intención de buscar e intentar fotografiar a las Ortegas, ya que aunque las hemos localizado casi todas las veces que hemos ido a por ellas, no hay manera de conseguir la aproximación pues además de ser muy desconfiadas, están en una zona en que nos localizan mucho antes de que lleguemos a verlas.


Ya en la Reserva y de camino hacía la querencia de las Ortegas fuimos comprobando que los mochuelos que tenemos localizados estaban cada uno en su sitio.


En cuanto a las Ortegas, sí que estaban también en su sitio, y aunque hoy las hemos conseguido entrar un poquito más cerca, aun así no hemos conseguido ninguna foto aceptable. Ésta es la única que pudimos hacer, aunque no es muy buena se trata de una pareja y nos permite apreciar la gran diferencia de plumaje que hay entre la hembra y el macho.


Como siempre en cuando nos localizaron comenzaron el ritual: pequeños saltos abriendo las alas que hace destacar el blanco del pecho y la parte interior de las mismas, lo que quiere decir que en unos segundos se levantarán y desaparecerán. En fin, lo seguiremos intentando.

Vimos de pasada algunas Avutardas, comprobamos que a los machos, por cierto menos esquivos que las Ortegas, ya les están empezando a crecer los bigotes y siguen siendo tan fotogénicos como siempre.




Los que de verdad nos hicieron pasar un  rato entretenido fueron los Búhos campestres. En las fechas en que estamos a los pocos que quedan no sé si les merecerá la pena marchar.


Del numeroso grupo que habíamos localizado hace un  par de meses solo quedaban 6 ó 7 ejemplares, pero de lo más “agradecidos” permitiéndonos fotografiarles a placer y a escasos metros, ya que hacía mucho aire y no se querían levantar.









Después de pasar un buen rato tomándoles fotos, nos dirigíamos por uno de los caminos hacia Villafáfila, y desde bastante lejos vimos una rapaz que en un principio desde la distancia confundimos con un Buitre.

Relativamente cerca de donde estaba había un almacenamiento de alpacas, y comenzamos la aproximación. Ya habíamos visto que se trataba de una hembra de Aguilucho lagunero que estaba comiendo algo. Nos conseguimos acercar hasta unos 30 mts, no había posibilidad de acercarnos más sin que nos viese, aun así nos detectó y se marchó, nosotros quedamos esperándola y volvió en unos pocos minutos poniéndose a comer.


Mientras despedazaba y comía la presa, el macho la sobrevolaba y quería bajar a comer, pero la hembra protegía su comida y no le dejaba. A veces levantaba la comida y pudimos ver que se trataba de un pato. Más tarde cuando se fueron comprobamos por los restos que se trataba de una hembra de Azulón.

 
 






Viendo el espectáculo se nos fue la mañana, y volvimos a casa con una buena colección de fotos, aunque las del Lagunero están algo lejos dan idea del buen rato pasado por todos, excepto lógicamente por la pobre pata. Que le vamos a hacer

Esto ha sido todo, ya de retirada pudimos sacar esta fotografía a las Perdices, por cierto una de nuestras aves preferidas, y con ella damos por terminado este pequeño reportaje. 


Espero que os haya gustado.


Hasta la próxima. 

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por los avistamientos y las excelentes fotos.
    ¡Quien pillara a esas Ortegas!

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son muy desconfiadas y no hay manera de entrarlas. Por si vas por allí suelen estar a la izquierda de la carretera entre Tapioles y la laguna, en las laderas después del llano.

      Eliminar