lunes, 7 de noviembre de 2016

Volviendo a Las Batuecas


Hay una cita a finales de Octubre a la que

no hemos faltado en los últimos años, son solo un par de días, pero aprovechando y disfrutando de cada hora de ellos. Las Batuecas nos ofrecen esto al poder admirar sus paisajes, su flora y fauna y degustar sus productos típicos.



Al ser solo dos días y escasos, tenemos que programar el tiempo casi al minuto para que no nos quede nada pendiente, aunque para mí lo más importante es subir a la sierra a buscar las Monteses.


Lo cierto es que este año ha estado un poco más complicado que los pasados, había mucha gente, estaban cazando en la zona a la que fuimos, y la niebla puso también su puntito de dificultad.


Las otras dos cosas que llevábamos previstas no tuvimos ningún problema en hacerlas, una de ellas era pasear por las calles de la Alberca, y comprar algunas "hierbas" en la tienda de especias, unos turrones en otra de las tiendas especializadas en dulces, y por último unos ibéricos que con razón tienen merecida fama en la zona.



La otra cosa que no nos puede faltar es comernos un buen chuletón de "Morucha" esa raza de vacas típica de Salamanca, y de la que damos fe que sus chuletones están buenísimos..... 


Pero volviendo a las Cabras que es el motivo principal de la escapada, el primer día subimos a la sierra por la tarde y parecía que todo estaba como el año pasado, dimos con las cabras en los mismos sitios y a pesar de las rachas de niebla sacamos bastantes fotos. Seguían tan confiadas como otros años, prueba de ello es que estas fotos están hechas con el 100 mms. y sin recorte.






El verlas tan asequibles nos animó a seguir tras de ellas para tomar más fotos, así que puse el 400 y seguimos recechándolas.








Como ya había poca luz decidimos dejar las fotos para el día siguiente y aprovechar el resto de la tarde para hacer algo de turismo por la zona. Estás son algunas de las últimas fotos que tomamos en la tarde del primer día.


 







Pero como suele ocurrir a menudo, al día siguiente las cosas se cruzaron y a punto estuvimos de volvernos de vacío. El día antes habíamos visto a los guardas con gente que parecían cazadores, pero como también habíamos visto a las cabras tranquilas no le dimos más importancia, así que madrugamos para poder estar en la sierra al amanecer.

Cuando llegamos al sitio elegido aún no había amanecido, así que aparcamos al lado de la senda que pensábamos tomar para llegar andando a la cumbre. Yo salí a echar un vistazo y según me asome me di de morros con un Macho que me pareció enorme. Volví al coche y a pesar de que no había luz preparé la cámara, pero en ese momento llegaron los guardas con un cazador, me preguntaron que iba a hacer, se lo dije y ellos me dijeron que iban a cazar por allí y que si me quedaba no podía salirme de la senda.

A todo esto como yo no sabía que permiso tenían, estaba temblando por si veían el Macho que aunque deslindado, estaba a menos de 30 metros de nosotros, así que mordiéndome la lengua para no decir lo que pensaba, les dije que de acuerdo, y en cuanto se fueron preparé rápidamente las cosas y me fui a buscarle aunque aun no había luz para fotografiar, pero por si se iba decidí intentarlo.

Cuando me asomé no le vi, subí un poco y nada, había desaparecido. Ya me volvía para el coche a esperar que terminase de amanecer, cuando de repente delante de mí a unos 15 metros algo se incorporo entre los matojos de escobas, allí estaba el Macho que yo había visto, lo malo es que seguía sin haber luz, y por encima de mí la niebla empezaba a cubrir la zona, así que lo único bueno de la situación era que los guardas tampoco nos podrían ver ni al Macho ni a mí desde arriba.

Estuvimos al menos un cuarto de hora esperando sin movernos ninguno de los dos, él a lo suyo, rumiando, y yo echando de menos un objetivo más luminoso que el mío que solo llega a 5,6. La postura del Macho era perfecta, ya que medio cuerpo estaba tapado por las escobas, pues si hubiese estado descubierto entero no me hubiese entrado en el encuadre. Tome alguna foto tirando del ISO máximo de mi cámara (102400)  aún sabiendo que el ruido sería insostenible, y las fotos perderían al procesarlas.



Por fin pude bajar a un ISO6400 pero  con f5,6 la velocidad solo me daba para un 1/50, como tenía el trípode perfectamente asentado decidí tomar las fotos cruzando los dedos para que no me saliesen trepidadas......y conseguí la foto


Llevábamos ya mucho tiempo demasiado cerca, yo podía olerle perfectamente, y me imagino que él a mi también, y aunque estaba tapado entre las escobas y con el disparo silencioso, al final se "mosqueó" y empezó a moverse con la parsimonia que se mueven estos animales, entonces pude ver que no estaba solo y otros Machos se levantaron alrededor. Todos poco a poco se fueron alejando hacia los barrancos que ya empezaba a cubrir la niebla y pensé, al menos hoy habéis librado.


Al final eso fue todo lo que hicimos por la mañana, pues los cazadores estaban en la misma zona, y además al subir habíamos visto a varios excursionistas preparándose también para salir de ruta por allí cerca, y por si fuese poco la niebla había cerrado, así que decidimos dejarlo y bajar al hotel a desayunar.

Aunque para mí el rato pasado contemplando al Macho y las fotos entre las escobas hubiesen justificado el viaje, parecía que sabía a poco sabiendo que había muchas más cabras en la zona.

No nos resignamos y después de desayunar tranquilamente volvimos a subir y vimos a los guardas en la carretera, paramos a hablar con ellos y nos dijeron que tenían dos permisos de caza con arco para hembras, que habían matado una y dejado herida a otra a la que estaban buscando.  A la vista de esto y de que habían movido a todos los animales, decidimos dejarlo de momento y aunque por la tarde volvíamos para León, después de comer daríamos otra vuelta por allí a ver si habían quedado tranquilas y podíamos tomar alguna foto más.

Nos fuimos al pueblo a hacer las otras dos cosas que comente al principio, y después de comernos un buen chuletón, volvimos a la sierra. Aunque ya no había gente por allí y la niebla había levantado, tardamos en dar con las Cabras, y cuando las encontramos lógicamente estaban muy inquietas, aún así conseguimos sacar unas pocas fotos más, y al atardecer nos volvimos para casa con la satisfacción de haber hecho lo que habíamos planificado.




Espero que os haya gustado. Hasta la próxima 

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