lunes, 31 de julio de 2017

Entre zarzales


Las zonas donde abundan los zarzales ofrecen un hábitat acogedor para
cantidad de inquilinos de varias especies. La protección que brindan las zarzas a pequeñas aves, a pequeños mamíferos, y a algunos reptiles frente a sus depredadores nos permitirá observar a una fauna normalmente esquiva si conseguimos integrarnos en su hábitat, ya que la mayoría de sus habitantes son muy desconfiados por encontrarse en la base de la pirámide en lo que se refiere a alimentación.


Los pajarillos utilizarán los zarzales como bunker frente a sus depredadores, que la mayoría de las veces no podrán penetrar entre el entresijo de espinas, mientras que estas pequeñas aves se mueven por ellos con total soltura. Algunos de ellos viven de continuo en este hábitat, mientras que otros solo lo ocupan en época de cría, o estacionalmente.

Tarabilla norteña

Currucas, Petirrojos, Ruiseñores, Tarabillas............. campan a sus anchas fuera de peligro entre los zarzales y sus alrededores conscientes de la protección que les brindan, además muchos de ellos pasarían desapercibidos si no fuese por sus especiales cantos para delimitar territorios o atraer a sus parejas.

Ruiseñor

Tenía ganas de observar y fotografiar a estos vecinos nuestros, ya que el abandono de las tierras de labor ha hecho que este tipo de hábitat prospere en la zona en que vivimos, y para conseguir fotografiarles hacía falta hacerles salir de los zarzales aunque solo fuesen unos segundos.

Con esa idea preparamos un pequeño estanque que se podía controlar desde un mínimo escondite entre uno de estos grupos de zarzas, y además en una zona donde el agua escasea en verano.


No se hicieron esperar y a los pocos días una buena representación de la fauna de la zona empezó a acudir a beber y a bañarse. A ellos dedicaremos esta entrada, pues a pesar del poco tiempo transcurrido hemos conseguido que un buen grupo de especies entre aves, mamíferos y reptiles hayan aceptado nuestra presencia y el agua que les ofrecemos, compensando así el trabajo realizado.


Si comparamos estos grupos de zarzales con un edificio de pisos, encontramos que al igual que en ellos hay inquilinos que prefieren los pisos superiores, otros los intermedios, y otros los bajos o incluso los sótanos.

Vamos a empezar por los vecinos de los "pisos superiores" cuyos inquilinos, las aves, son el grupo más numeroso, ya que además de los habitantes habituales casi todas las pequeñas aves de la zona utilizan el ramaje de la parte superior como observatorio, y en esta parte más alta hemos visto que los Verderones, Jilgueros, Pardillos, Verdecillos y Pinzones son los que se mueven preferentemente por esa parte de los zarzales, y quizá por eso fueron los primeros en localizar el pequeño estanque.

Como todas las aves son modelos nerviosos y desconfiados, aunque bastante predecibles, por lo que tomarles fotos es relativamente fácil.






Tres Escribanos, el hortelano, el triguero, montesino, y el soteño, también han posado para nosotros. Los dos primeros son asiduos visitantes que crían entre estos zarzales en que nos encontramos.





Esos han sido algunos de los habitantes de los pisos altos, y ahora pasamos a los pisos intermedios, es decir a la parte espesa del zarzal, donde viven los "inquilinos" mas representativos de este hábitat, y su mejor representante es sin duda el Ruiseñor, su plumaje es sobrio con ese tono castaño-rojizo que va aclarando hacia las partes inferiores de su cuerpo, sin embargo su canto es de los más bonitos y potentes que podemos encontrar en las aves de nuestro entorno, poder escucharle a nuestro lado separados por la pared de tela es toda una experiencia.




Con un canto algo menos potente, pero con un plumaje un poco más vistoso están las Currucas, y de momento hemos visto a tres representantes de esta especie. La más común es la Curruca zarcera, su plumaje discreto de tonos marrones y grisáceos no la resta atractivo, y la capucha gris que cubre su cabeza y parte de la cara la aporta su característica personalidad, sobre todo a los machos.





La Curruca capirotada, es de un tamaño similar y con un plumaje aún más discreto, pues la boina negra si es macho, o anaranjada si es inmaduro o hembra, es lo único que destaca de su plumaje grisáceo y uniforme.





La tercera Curruca es la carrasqueña, quizá un poco más vistosa que sus parientes, ya que su plumaje gris en la parte superior y rojizo en las partes inferiores, junto con su anillo orbital rojo  hacen que resulte algo más llamativa.





Un poco más comunes y habituales también en jardines son los Petirrojos y Carboneros, aunque en este hábitat se muestran mucho más esquivos.





Unos de los inquilinos mas abundantes y revoltosos, sobre todo en época de cría, son las Tarabillas comunes. Es todo un entretenimiento ver sus persecuciones cuando algún ejemplar invade el territorio de otro.





Dentro los pajarillos insectívoros tenemos quizá uno de los más típicos habitantes que toma el nombre del entorno en que vive, el Zarcero políglota o común. Su aspecto es como el de un Mosquitero aunque bastante mayor y con un canto también bastante potente.





Su pariente pequeño el Mosquitero común también está presente y es un asiduo visitante que acude a beber y a bañarse.



Seguimos bajando en este particular edificio y nos ponemos al nivel de las ramas bajas y del suelo, donde las aves comparten propiedad con otras especies, las más representativas son los Mirlos, y los Zorzales que se desenvuelven por aquí con plena soltura.



Pero como decía comparten espacio con otras especies, como este pequeño mamífero que vive también en los bajos de este edificio, su timidez hace que sea difícil verle con actividad a la luz del día ya que sus hábitos son nocturnos, aunque la sed hizo que este pequeño Erizo nos hiciese una visita en pleno día.





Pero entre el suelo y los sótanos viven también otras especies que son clásicas de este hábitat, los reptiles, ellos son unos de los inquilinos más llamativos, y verles moverse por los alrededores de los zarzales buscando sustento, o acercarse a beber agua es todo un espectáculo.

Los Lagartos ocelados son aquí relativamente abundantes, se desenvuelven por lo espeso y los bordes del zarzal buscando insectos, y en caso de necesidad se refugian en las madrigueras abandonadas de topillos o ratones.






También hemos tenido la suerte de que una pareja de Culebras bastardas que compartían una pequeña madriguera, estubiesen al lado de donde colocamos el observatorio. Ambos ejemplares sobrepasaban holgadamente los 120 cms. de longitud, y el verlas salir o entrar en su agujero que tenía una entrada de un diámetro igual al de sus cuerpos fue algo impresionante.




Y llegamos a los inquilinos más clásicos de este ecosistema, los Conejos, viven en los sótanos, casi se podría decir que tienen verdaderas urbanizaciones subterráneas, ya que sus galerías (huras) recorren todo el subsuelo de la zona.


Los Conejos están dentro de las especies más prolíficas de los mamíferos, y si debido a la intervención humana la zona no cuenta con suficientes depredadores pueden llegar a ser una plaga.





Donde nos encontramos, los Zorros, Ratoneros, y Calzadas son sus depredadores naturales, ellos serían capaces de mantener a raya a estos roedores si los humanos no rompiésemos el equilibrio natural.


Desgraciadamente no solo esos depredadores controlan esta especie, dos enfermedades les diezman, la Mixomatosis y la Hepatitis vírica se cobran directamente la vida de muchos de ellos, y a otros les hace perder su capacidad de defensa y pasan a ser presa fácil de otros depredadores menos específicos como por ejemplo los Milanos, y los Cuervos.


Los ratones son también muy abundantes por aquí, aunque pasan desapercibidos durante el día mientras que por la noche muestran una gran actividad.


También entre los zarzales se mueven otras aves que aunque no sean solamente específicas de este terreno nos han visitado, es el caso del Alcaudón común, de la Abubilla, de la Collalba gris, y de la Paloma torcaz.





Y hasta aquí esta entrada que esperamos completar conforme pase el verano y nuevos visitantes hagan escala en los zarzales en sus viajes migratorios, eso si los "humanoides", que también hay alguno en la zona, respetan la pequeña instalación que ya hemos tenido que reconstruir un par de veces, así que de momento esto ha sido todo, espero que os haya gustado y hasta la próxima.

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